Ingredientes (para 4 ó 5 personas)
200 gr de garbanzos (pesados en seco)
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
perejil fresco al gusto
cilantro fresco al gusto
1 cucharada de tahini
1 cucharadita de comino
1 cucharadita de rash el hanut (mezcla de especias árabes)
1 cucharadita de levadura química
1 cucharada de zumo de limón
sal
pimienta negra molida
Procedimiento
Lo primero que haremos será picar con el accesorio de nuestra batidora los garbanzos que habremos tenido en remojo desde la noche anterior. Los pondremos en crudo, sin cocer.
Los iremos picando en diferentes tandas. A medida que lo hagamos, los iremos dejando en un bol.
Por otro lado, en el vaso de la batidora pondremos el perejil, el cilantro, la cebolla y el ajo.
Lo batiremos hasta formar una crema, no es necesario llegar a triturar. Cuando la tengamos, la añadiremos al bol de los garbanzos picados, y mezclaremos muy bien.
Ahora llega el momento de incorporar las especias, la levadura, la sal, el tahini y el zumo de limón. Lo mezclaremos todo hasta que se integre todo.
Empezaremos a hacer las bolitas de garbanzo. Si vemos que no tiene la masa la consistencia suficiente podemos incorporar harina a la mezcla. Yo puse 3 cucharadas de harina de garbanzo que tenía por casa ( puede ser cualquier harina). Las iremos reservando en un plato.
En una sartén profunda pondremos un par de dedos de aceite de girasol o maíz, e iremos friendo a fuego medio-bajo, hasta que queden doradas las albóndigas. Las pondremos sobre papel absorbente.
Y ya tendremos nuestros falafel caseros listos. Los podemos comer en pan de pita, con lechuga,tomate...también lo podemos hacer al plato, con una salsa de yogur para huntar. Es un plato lleno de sabores, matices, muy fresco. ¡Riquísimo!
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