Para el bizcocho húmedo
2 huevos
2 cucharadas de crema agria
115 gr chocolate de cobertura
85 gr mantequilla
100 gr azúcar
25 gr harina
10 gr cacao en polvo sin azúcar
8 gr levadura química tipo Royal
esencia de vainilla
Para el relleno y cobertura
225 gr nata para montar (crema de leche)
225 gr dulce de leche
Cómo preparar la tarta de chocolate
En el bol de nuestra batidora pondremos los huevos y el azúcar y batiremos hasta que doble el volumen.
Mientras, en un bol apto para microondas pondremos la mantequilla y la crema agria, e introduciremos en el micro a media potencia en golpes de 30 segundos hasta que se derritan y se integren. En este punto añadimos el chocolate en trozos y volveremos a repetir la operación: microondas a media potencia con golpes de 30 segundos hasta que se derrita el chocolate. Lo mezclaremos todo hasta que queden los ingredientes bien integrados.
Pondremos un tamiz o colador sobre el bol e iremos incorporando la mezcla de harina, cacao en polvo y levadura en distintas tandas. Lo integraremos con movimientos envolventes, intentando que no se nos baje la masa.
Cuando la tengamos lista, la pondremos en un molde previamente enmantequillado y enharinado. El horno lo tendremos encendido a 180 y meteremos el molde unos 30 ó 35 minutos ( hay que tener en cuenta que, a mayor tamaño del molde, más tiempo tendremos que dejarlo; con un molde de 23 cm se tendría que dejar unos 45 minutos). Si pasados los 30 minutos pinchamos el bizcocho y sale húmedo, tendremos que ir vigilándolo para que no se nos queme. Cuando esté hecho, lo sacaremos y lo dejaremos enfriar.
Mientras esperamos que se enfríe haremos el relleno y cobertura. En un bol batiremos a punto de nieve la nata para montar, y cuando la tengamos en el punto deseado, añadiremos el dulce de leche. Lo mezclaremos bien y reservamos en la nevera.
Cuando tengamos el bizcocho frío, lo cortaremos por la mitad y pondremos la mitad de la mezcla de dulce de leche que teníamos reservada sobre la parte inferior.
Pondremos la otra mitad encima y huntaremos casi la totalidad de la crema que nos quedaba (si es necesario, nos ayudaremos de un aro adaptable para el montaje).
No la usaremos toda porque necesitaremos cubrir los laterales de la tarta también.
La dejaremos enfriar en la nevera por unas horas (eso quien pueda, claro... yo aguanté dos horas) y estará lista para comer.
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