Ingredientes
5 huevos
400 ml nata para montar ( crema de leche)
200 gr azúcar
350 gr harina
4'6 gr levadura química ( tipo Royal)
1 cucharadita de esencia de vainilla
Procedimiento
Lo primero que haremos será montar la nata.
Por otro lado prepararemos los huevos, separando las yemas de las claras.
En el bol de la batidora pondremos las yemas, el azúcar y la vainilla, y batiremos hasta conseguir una espuma blanquecina. Contra más aire metamos en este punto mejor, ya que este bizcocho tiene una masa bastante densa, y así ayudaremos a darle un poco más de esponjosidad.
Mezclaremos la harina y la levadura, tamizadas, con la mezcla del bol.
En otro recipiente montaremos las claras de huevo que teníamos reservadas y las incorporaremos al bol de la batidora con movimientos envolventes y suaves con una espátula.
Pondremos la masa en el molde que hayamos elegido. En mi caso he usado uno de silicona y no es necesario enmantequillarlo y enharinarlo, pero si es necesario haremos este paso previo.
Golpearemos el molde para quitar el aire de la masa ( yo no lo he hecho, como puede verse en la presencia de pequeños agujeritos en el bizcocho). El horno lo tendremos precalentando a 180°. Cuando el horno esté suficientemente caliente introduciremos el molde y lo dejaremos unos 50 - 60 minutos. Si vemos que se nos dora demasiado la superficie podemos poner un papel de aluminio por encima para evitar que se nos queme. Pasado el tiempo indicado, sacaremos del horno y dejaremos enfriar unos minutos antes de desamoldar el bizcocho. Cuando esté completamente frío, espolvorearemos con azúcar glass ( impalpable) y listo para merienda, desayuno...¡lo que queráis!
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