180 gr de galletas María
90 gr mantequilla
7 gr de grenetina o gelatina en polvo sin sabor
40 ml de agua fría
250 ml de nata para montar
200 ml de leche condensada
90 ml de zumo de limón
ralladura de limón ( a gusto)
Cómo preparar tarta de limón y galletas sin horno
Empezaremos moliendo las galletas en un procesador de alimentos. Si nos quedan trocitos más grandes no hay problema, le dará una textura más crujiente.
Derretiremos la mantequilla en el microondas mediante cortos golpes de calor de unos 10 ó 15 segundos. Verteremos sobre las galletas machacadas y mezclaremos. Debe quedarnos un aspecto de arena ligeramente húmeda.
A continuación, pondremos en la base del molde papel de horno, para que sea más fácil desmoldar la tarta, y verteremos nuestras galletas. Apisonaremos contra las paredes del molde y el fondo, ayudándonos de una cuchara o el fondo de un vaso. Guardaremos en la nevera mientras preparamos nuestro relleno, una media hora como mínimo.
Por otro lado iremos hidratando la gelatina en polvo sin sabor. La pondremos en un cuenquito y le verteremos el agua fría. Dejaremos en reposo unos 10 minutos.
En un cuenco pondremos la leche condensada, el zumo de limón y la ralladura. Lo mezclaremos hasta integrar todo y reservaremos.
En otro cuenco montaremos la nata hasta que esté consistente.
Pasados los 10 minutos de reposo de la gelatina, la meteremos en el microondas por unos 10 segundos, con cuidado de que no se hierva e incorporaremos al cuenco de la mezcla de la leche condensada removiendo bien.
Ahora iremos incorporando la nata montada poco a poco, y mediante movimientos envolventes, al cuenco de la leche condensada hasta conseguir una textura de mousse.
La verteremos en nuestra base de galletas que teníamos reservada en la nevera. Cuando tengamos bien repartido el relleno por todo el molde, aplanaremos la superficie y vvolveremos a meter en la nevera durante un mínimo de 4 horas. Yo lo dejé de una noche para el día siguiente.
Si queremos dejarla así, nuestra tarta de limón y galletas estará lista, pero si queréis se puede decorar. Yo le hice copetines de nata montada y un poco de chocolate blanco rallado por encima. En cualquier caso, una tarta fácil, ligera, sin horno y muy rica.
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