Ingredientes para hacer pizza sin amasar (para una base)
230 gr de harina
190 gr de agua templada
3 gr de levadura fresca
5 gr de sal
10 gr de azúcar
10 gr de aceite de oliva
Cómo preparar pizza sin amasar
En un vaso pondremos el agua templada, la levadura desmenuzada y el azúcar. Removeremos hasta que la levadura y el azúcar se disuelvan.
Añadiremos el aceite y volveremos a remover.
En un cuenco pondremos la harina tamizada. Añadiremos la sal y mezclaremos.
Verteremos el agua con la levadura y moveremos con una cuchara hasta que se dejen de ver partículas de harina. Taparemos el recipiente y dejaremos la masa en reposo durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, nos mojaremos las manos con agua (para que no se nos pegue la masa) y doblaremos la masa en cuatro veces sobre si misma, como si quisiéramos hacer un sobre. Taparemos el recipiente y volveremos a dejar reposar otros 20 minutos.
Volveremos a doblar la masa y dejaremos reposar otros 20 minutos más.
Pasados los 20 minutos volveremos a doblar la masa.
Cogeremos una bolsa de plástico y untaremos su interior con aceite de oliva. Meteremos la masa y cerraremos la bolsa. Dejaremos reposar la masa dentro de la nevera como mínimo un día y como máximo cuatro. Los días que no vayamos a usar la masa tendremos que desinflarla.
El día que hagamos nuestra pizza, espolvorearemos con harina la superficie de trabajo y sacaremos la masa de la bolsa.
La boleareamos y la dejaremos reposar entre media hora y una hora mientras se atempera y preparamos los ingredientes que utilizaremos en nuestra pizza.
Encenderemos el horno a 250° y con mucha paciencia y cariño iremos estirando la masa con nuestras manos hasta conseguir un diámetro de 30 cms aproximadamente. También se puede estirar con el rodillo.
Así de fácil tendremos nuestra pizza, y sin ningún trabajo. Ahora sólo nos quedará ponerle los ingredientes que más nos gusten.
Yo la hice de jamón, mozzarella, bacon y champiñones. Colocaremos el molde con la pizza en el suelo mismo del horno, sin rejilla (al estilo de la masa de pizza italiana) y la dejaremos unos 12-14 minutos, hasta que esté doradita (dependerá del horno) y controlaremos que no se nos queme la base de nuestra pizza.
Y así ha quedado
¡¡¡El sabor, la textura y la esponjosidad de la masa no tiene igual!!
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