250 gr de harina
200 gr de espinacas ya hervidas
200 gr de ricotta magra / requesón
5 gr de sal
1 huevo
10 gr levadura química ( royal)
nuez moscada
Hacer gnocchi caseros es muy fácil. Empezaremos hirviendo la espinaca. La colaremos y escurriremos al máximo, intentando extraer todo el agua que podamos. Yo la paso por agua fría para no quemarme y utilizo una estameña, o un trapo, para prensar lo más que podamos la espinaca. Reservaremos.
En un bol podremos la harina y haremos un hueco en el centro. Añadiremos la sal, la nuez moscada, el huevo, la levadura, la ricotta y mezclaremos.
A continuación, la espinaca bien picada.
Mezclaremos hasta integrar todos los ingredientes formando una masa manipulables. Haremos un bollo.
Dividiremos la bola de masa en cuatro partes de un tamaño parecido (por comodidad) y haremos churros como un dedo de grosor aproximadamente. Después, cada rollito lo cortaremos en trozos de un centímetro o centímetro y medio.
Iremos haciendo los gnocchi utilizando una "ñoquera" si tenemos, y si no es el caso, con un tenedor. Esto se hace aplastando con cariño cada dadito de masa que hemos cortado contra el tenedor, mientras resbalamos el dedo hacia abajo. Y si se quieren dejar tal como están, tampoco pasaría nada. Que cada cual elija el nivel de exigencia.
Un consejo, para evitar que se nos peguen los gnocchi a medida que los vamos haciendo, podemos espolvorearlos ligeramente con harina.
Pondremos agua a hervir en una olla grande. Cuando esté lista, coceremos los gnocchi, desde que empiecen a flotar, unos 4 ó 5 minutos, que queden al dente pero no demasiado duros. Y ya tendremos acabado este delicioso plato. Yo lo acompañé con salsa boloñesa casera y quedaron ¡espectaculares!
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