sábado, 23 de marzo de 2019

Cheesecake de leche condensada con base de bizcocho de zanahoria

Ingredientes para hacer cheesecake de leche condensada con base de bizcocho de zanahoria

Para la base de bizcocho de zanahoria

200 gr de harina
200 gr de aceite de girasol
250 gr de azúcar moreno
250 gr de zanahoria rallada
3 huevos
2 cucharaditas de levadura química estilo Royal
2 cucharaditas de canela
1/2 cucharadita de jengibre
1/4 cucharadita de nuez moscada
1/2 cucharadita de sal
100 gr de nueces trituradas

Para el cheesecake de leche condensada

7 gr de gelatina sin sabor
55 gr de agua fría
225 gr de queso de untar
1 lata de leche condensada
150 gr de nata para montar
1/2 cucharadita de ralladura de limón
80 gr de chocolate blanco en trocitos


Cómo preparar el cheesecake de leche condensada con base de bizcocho de zanahoria

Antes de empezar con la receta, me gustaría enseñaros un lugar muy especial: mi huerta.


En realidad, mía, mía, no es. Durante toda mi vida he tenido la suerte de estar rodeada de personas que adoran, disfrutan y, sobre todo, saben sacar todo lo bueno que tiene la tierra, el alimento. Cuando era pequeña, mis padres siempre tuvieron huerto y , sin darme cuenta, me proporcionaron la mejor forma de alimentarme, directo de la tierra a la mesa. Y eso es algo a lo que una se acostumbra. Por avatares del destino, me fui justo a enamorar de alguien que también ama y disfruta la tierra y, por ende, cultivarla.  Como no podía ser de otra manera, con el tiempo y con la llegada de nuestra hija, una se plantea qué es lo mejor que le podemos dar para verla crecer sana. ¿La mejor manera? Correcto, la huerta. Hoy en día puedo decir que soy de las personas afortunadas que cuenta con una huerta en su vida , con productos orgánicos, cultivados en casa y por las mejores manos, las de mi amadísimo esposo. Las zanahorias y nueces que he utilizado en esta receta son de MI HUERTA. Aquí unas fotitos para que os de un poco de envidia sana. El que pueda que se anime a hacer su huerta, os juro que merece la pena. El sabor de las hortalizas y frutas no tienen nada que ver con las que puedes encontrar en el mercado. Y  a los que no puedan darse este lujo, solo decirles que lo siento por ellos...😟 Siempre os queda la esparanza de hacer una, o de ir al supermercado ecológico de la esquina!😉


Y ahora sí, empezaremos haciendo el bizcocho de zanahoria.

En un cuenco pondremos la harina, junto la levadura, la canela, el jengibre, la nuez moscada y la sal. Lo mezclaremos todo y reservaremos.


En otro cuenco un poco más grande, mezclaremos el azúcar moreno con el aceite con unas varillas de mano. Para conseguir que nuestro bizcocho no quede duro, será importante que no batamos en exceso la masa.

Así pues, mezclaremos el aceite y el azúcar y cuando esté bien integrado iremos añadiendo los huevos, uno por uno. No incorporaremos el huevo siguiente hasta que el anterior esté bien integarado en la masa.

Cuando tengamos todos los huevos integrados, empezaremos a añadir la harina que teníamos reservada, poco a poco, para evitar los grumos. Batiremos lo justo hasta integrar la harina a la masa.



A continuación incorporaremos las zanahorias ralladas y mezclaremos.

Después, las nueces picadas. Y mezclamos de nuevo.

Encederemos el horno a 170°. Utilizaremos un molde de 23 cm. Pondremos en la base del  mode un papel de horno, y las paredes las aceitaremos para que no se nos pegue el bizcocho. Vereteremos la masa en el molde y meteremos en el horno durante 45 ó 50 minutos. Pincharemos con un palillo hasta que salga limpio. Dejaremos que se enfríe y desmoldaremos. Lo colocaremos sobre una rejilla, boca abajo hasta que se enfríe completamente.

Cuando esté completamente frío el bizcocho lo volveremos a colocar en el mismo molde (ya limpio) que hemos usado.

Empezaremos a hacer el cheesecake. Espolvorearemos la gelatina sin sabor en el agua fría. La dejaremos reposar unos 10 minutos o hasta que se forme una especie de esponjita. Reservaremos.

Mientras en un cuenco batiremos el queso de untar con la leche condensada hasta que se integren bien. Incorporaremos la nata y batiremos hasta integrar y formar una crema.

Añadiremos la ralladura de limón.

Calentaremos en el microondas la gelatina que teníamos reservada durante 10 segundos (no dejarla más de 8 ó 10 segundos, si no corremos el riesgo de que se nos queme) hasta que se vuelva a disolver y la dejaremos reposando un par de minutos más.

Derretiremos los trocitos de chocolate blanco (al baño maría o mediante cortos golpes de microondas de 10 segundos a máxima potencia ) y lo incorporaremos a la mezcla de queso y leche condensada. Mezclaremos todo muy bien. Por último añadiremos la gelatina y volveremos a mezclar.

Verteremos sobre la base de bizcocho que tenemos en el molde y guardaremos en la nevera durante toda la noche, bien tapado para que no tome olores.

Al día siguiente lo sacaremos y con cuidado lo desmoldaremos. Lo podéis dejar como está o decorarlo, yo le puse unas pocas nueces troceadas, pero tampoco una gran cantidad, ya que la base de bizcocho de zanahoria también lleva nueces.

Y ahora solo nos quedará cortar un pedazo de tarta y disfrutar de sus aromas, sabores y texturas. ¡Riquísima!

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