160 gr de arroz (yo usé integral)
3 ó 4 setas shiitake
100 ml de vino blanco
30 gr de mantequilla
1 cebolla pequeña
600 ml de caldo de verduras
50 gr de queso parmesano en polvo
Cogeremos una olla y pondremos la mitad de la mantequilla para que se derrita.
Añadiremos la cebolla picada fina y pocharemos.
Cuando veamos que la cebolla está blanda, incorporaremos las setas y sofreiremos. Si no encontramos shiitake frescas podemos usar de las deshidratadas (además podremos guardar el caldo para hacer el risotto después). Si no os gustan las setas shiitake, podéis utilizar cualquier otro tipo de seta.
El siguiente paso será añadir el arroz y rehogar todo. Normalmente se utiliza el arroz arborio o el carnaroli para el risotto. Yo usé arroz integral, porque la textura que nos queda nos es muy diferente de la que buscamos al hacer un risotto con los arroces anteriormente mencionados, y además me gusta más.
Vertermos el vino y dejaremos que se evapore. A continuación agregaremos el caldo poco a poco, moviendo continuamente y no añadiremos más hasta que veamos que el arroz ha absorbido el que pusimos antes. Nos tiene que quedar un arroz meloso.
Incorporaremos la mantequilla que nos quedaba y el queso parmesano.
Mezclaremos y serviremos caliente. Así de fácil y así de rico, ¡buen provecho!
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