2 pechugas de pollo grandes ( 800 gr. aprox.)
100 gr. miga de pan
125 ml. leche
3 dientes de ajo
1 huevo
1 pimiento rojo
2 zanahorias
2 tomates
1 cebolla
1 cucharada de harina
250 ml. agua
250 ml. vino blanco
aceite
sal
pimienta
perejil
Cómo preparar las albóndigas de pollo
En primer lugar haremos las albóndigas. En un bol remojamos la miga de pan con la leche y la dejamos hasta que se empape bien. En un mortero picamos los ajos con el perejil.
En un cuenco grande ponemos las pechugas picadas ( yo las procesé en una picadora accesorio de la minipimer). Añadimos el pan al cuenco con el pollo, el machado de ajo y mezclamos bien. Incorporamos el huevo hasta que quede una pasta homogénea.
Hacemos bolitas, y en este punto tenemos dos opciones.
O bien las rebozamos en harina y las freímos en abundante aceite, o reservamos la masa hasta que tengamos la salsa lista. En ese momento incorporaremos las bolitas de masa para que se hiervan.
Así, en una olla ponemos un chorro de aceite y ponemos la cebolla picada a pochar.
Cuando esté, añadimos el pimiento, las zanahorias y los tomates pelados y bien picados.
Sazonamos y cuando estén listas las verduras, añadimos la cucharada de harina y removemos bien. Incorporamos el vino y el agua y dejamos que hierva unos 15 minutos. Entonces incorporamos las albóndigas, ya sean rebozadas y fritas, o en crudo ( las herviremos ahora).
Dejar 10 minutos más, y ¡¡listo!! Yo las he acompañado con arroz hervido. La verdad, que ¡buenísimo es poco!
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