350 gr. garbanzos (pesado en seco)
200 gr. jamón curado en tacos
1 hueso de jamón
150 gr. de tocino
1 tomate
2 patatas
1 cebolla
Hojas de laurel
2 pimientos choriceros
1 cucharada de pimentón
1 cucharadita de colorante
agua (cantidad necesaria)
sal
aceite de oliva
En primer lugar aclarar que, en el lugar donde vivo, no es fácil encontrar ni huesos de jamón ni tocino, así que lo sustituí por lo que se ve en la foto, garrón de cerdo (pata de cerdo con cuero,un poco de carne y hueso).
Los garbanzos los tendremos en remojo toda la noche anterior, así como los pimientos choriceros.
En una olla grande pondremos los garbanzos, el hueso y el tocino (o el garrón en mi caso) y la cucharadita de colorante, todo en crudo. Lo cubrimos de agua y lo pondremos a hervir hasta que los garbanzos estén tiernos.
Por otro lado, en una sartén ponemos un chorro de aceite y echamos la cebolla picada. La sofreímos hasta que esté transparente. Mientras, con la ayuda de una cuchara sacamos la carne de los pimientos choriceros (si no tenemos, se pueden sustituir por ñoras) y la cortamos, antes de añadirla a la cebolla. La sofreímos unos minutos y agregamos los tacos de jamón y un minuto después el pimentón. Rápidamente lo apartamos del fuego.
Volviendo a nuestra olla, cuando veamos que los garbanzos ya están tiernos, incorporaremos las patatas cortadas en trozos y las dejaremos unos 10 minutos cociendo. Pasado éste tiempo, añadiremos el sofrito de jamón que teníamos en la sartén y lo mezclamos todo muy bien.
Lo dejamos cocer 10 minutos más y ¡listo para servir!
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