1/2 kg de harina
10 gr sal
10 gr levadura fresca
20 gr de azúcar
1 huevo
125 gr agua templada
25 gr aceite de oliva suave o girasol
150 gr de leche entera
semillas de sésamo
En primer lugar desharemos la levadura en un poco de leche tibia.
En otro bol pondremos el resto de la leche, el agua templada, el huevo, el aceite y el azúcar, y lo mezclaremos todo muy bien.
En el bol de la batidora - amasadora pondremos la harina y la sal.
Lo mezclamos y en el centro hacemos un agujerito donde pondremos la mezcla con los ingredientes líquidos y la leche con la levadura.
Lo batimos hasta que todos los ingredientes se integren.
Cuando estén, sacaremos la masa del bol y la pondremos sobre la superficie de trabajo. La trabajaremos hasta conseguir una masa ligeramente pegajosa. Si vemos que se nos pega demasiado a las manos nos pondremos aceite, tanto en las manos como en la superficie donde trabajemos. No usaremos harina aunque estemos tentados, solo aceite. Hacemos una bola con ella y la dejaremos en el bol reposando durante una hora y media o dos (hasta que doble el tamaño) .
Pasado este tiempo, dividimos la masa en bollitos de unos 80 gr, los aplanamos con el rodillo y los enrollamos. Yo he hecho bollitos de 80 y de 160 gr, para dos tipos de tamaños de salchicha, pero eso va a gusto del consumidor. Si volvemos a tener problemas con la manipulación de la masa, volveremos a aceitarnos las manos y superficie.
Los iremos dejando sobre una bandeja con papel sulfurizado o silicona. Los tapamos y dejamos reposar media hora más.
Mientras vamos precalentando el horno a 200 °. Pondremos un recipiente de metal vacío, para que vaya cogiendo temperatura.
Pintamos con un poco de agua los panecillos y le ponemos el sésamo por encima. Los metemos en el horno y tiramos agua fría en el recipiente que teníamos en el horno, cerrándolo rápidamente . Con esto conseguimos el vapor necesario para que el pan tenga corteza. Si queremos nuestro pan con la corteza más blanda, no pondremos ni la bandeja ni verteremos agua. En cualquier caso, los hornearemos 15 minutos y, cuando los saquemos, los pondremos sobre una rejilla para que se enfríen.
Y ya está, listos para comer con salchichas o con lo que gustéis. Yo, he abierto el pan le he puesto una salchicha de frankfurt, una salsa con cebolla picada, bacon y tomate, y un poco de mostaza ahumada de Dijon...sin palabaras, en fin. ¡Buen provecho!
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