Masa
83 gr. azúcar
256 gr. harina
34 gr. huevos
124 gr. mantequilla
6'3 gr. levadura química ( Royal)
una pizca de sal
esencia de limón
Relleno
415 gr. ricotta/requesón
138 gr. azúcar
20 gr. maicena
69 gr. huevos
esencia de vainilla
Para hacer la masa, mezclamos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar. Cuando esté todo bien amalgamado, añadimos la esencia de limón y el huevo, y mezclamos todo hasta que quede todo bien unido. Reservamos.
Por otro lado, mezclamos la harina, la pizca de sal y la levadura química, lo ponemos sobre una superficie a modo de montaña y hacemos un hueco en el centro.
Añadimos la mezcla que teníamos reservada al volcán de harina, y con las manos vamos mezclando, de una forma muy delicada,como si acariciásemos la masa, todo hasta que quede una masa arenosa. Dividimos la masa en dos, separando un tercio de la masa.
Con la parte mayor, vamos forrando el molde, apretando la masa contra las paredes (unos 4 cm de altura es suficiente) y la base con los dedos. Reservamos. No hace falta guardar en la nevera.
Para el relleno, pondremos en un trapo de cocina limpio la ricota o requesón y lo estrujamos hasta sacarle el sobrante de líquido del queso. Cuando hayamos hecho esto, en un bol mezclaremos el queso, los huevos, el azúcar, la esencia de vainilla y la maicena. Lo mezclamos hasta que quede un todo homogéneo. Rellenamos el molde con la masa resultante, y espolvoreamos el tercio de masa que teníamos reservada por encima.
Precalentamos el horno a 180 y cuando esté suficientemente caliente introducimos la tarta unos 45 minutos, o hasta que al pincharla salga el palillo limpio, y la superficie de la tarta se dore. Depende del horno será entre 30 y 50 minutos.
Una vez fría, desmoldamos y ¡qué la disfrutéis!
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